Hoy se conmemora el Día del Padre en el calendario cristiano, siempre coincidiendo con la fecha del 19 de Marzo, dedicado a San José padre (p.p.) de Jesucristo. Una fecha que celebramos todos los padres, laicos o no, sobre todo dentro del occidente latino. Y cada vez que en nuestro calendario los católicos celebramos alguna festividad importante me viene a la memoria todos los dimes y diretes, todos los ríos de tinta, todas las opiniones vertidas en todos los medios sociales entre católicos y laicos. Los unos defendiendo su religión y los otros queriendo arrasar con todo signo católico que, parece ser, les ofende. Por ejemplo, el crucifijo.
A propósito de esto, la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo ha dicho la última palabra sobre la exposición de crucifijos en escuelas públicas: ayer consideró que no suponen una violación de derechos ni libertades y desestimó la demanda de una italiana de origen finlandés, Soile Lautsi, que pleiteaba contra el Gobierno de Roma desde hace nueve años. La nueva sentencia, en cambio, establece que «un crucifijo colgado de una pared es un símbolo esencialmente pasivo» y razona que tiene mayor visibilidad porque pertenece a la religión mayoritaria del país, pero «no es un acto de adoctrinamiento». Este caso se ha convertido en vehículo de una gran batalla ideológica entre cristianismo y laicismo, y la resolución de ayer marca un hito en Europa en un campo polémico, el de la exhibición de símbolos religiosos. A España también le atañe la cuestión, pues el Gobierno preparaba una ley de libertad religiosa que prohibía los crucifijos en los lugares públicos, de colegios a hospitales o juzgados. Precisamente en noviembre de 2009 la primera sentencia de Estrasburgo en este caso vino a avalar sus pretensiones. Sin embargo, el proyecto acabó en un cajón en verano.
Y uno piensa en tanto pseudolaico despotricando siempre en contra de una religión muy extendida, pero que no duda en beneficiarse siempre de ella. Y no es solamente de tantos, antaño, laicos en paro a las puertas de Cáritas o de la Parroquia del barrio pidiendo ayuda católica, también de todos aquellos con poco o ningún problema económico pero que aprovecha la celebración de festividades católicas para su ocio o beneficio. Tal es el caso de la Navidad (vacaciones), Día de Reyes (festivo), Semana Santa (vacaciones), Día de Todos los Santos (festivo), etc. ¿Por qué se apuntan a disfrutar de nuestras fiestas católicas estos pseudolaicos y no preparan un calendario con sus propias festividades?. Como ejemplo ya tienen la Fiesta del Trabajo o los Carnavales...
Pues eso, que los laicos también se apuntan hoy a celebrar el Día del Padre, no faltaba más. De todas formas, indistintamente de religiones, a TODOS los padres del mundo les deseo que hoy tengamos un Feliz Día.
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